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Hermandad del Santísimo Cristo del Amor y de la Paz

Costaleros

del Santísimo Cristo del Amor y de la Paz
 
En el año 1984, impulsados por el carisma de D. Emilio Sánchez Mendo, párroco de San Ginés, se crea la primera cuadrilla de costaleros formada por jóvenes de la Parroquia y de la Hermandad, con el único fin de que un grupo de jóvenes viviera más intensamente la Semana Santa. D. Emilio les inculcó que el costalero sabe que va a sufrir con Cristo. Es el cirineo que lleva con Él la cruz.
 
Durante los años 1984 – 1988 el Santísimo Cristo del Amor y de la Paz fue llevado en procesión el Viernes Santo cargado por «sus costaleros», siendo su capataz D. Francisco Sánchez Mendo, hermano del sacerdote fundador de la cuadrilla de costaleros.  De esta forma, la hermandad se convierte en la pionera en Guadalajara en quitar las ruedas de su paso para sacar a su Cristo cargado por costaleros.
 
Por disconformidades con la Junta de Cofradía, en el año 1989 el Santísimo Cristo del Amor y de la Paz se ve obligado a salir de nuevo con ruedas, desapareciendo la cuadrilla de hermanos costaleros.
 
Diez años después, en el año 1998, viendo el resurgir de la Semana Santa de Guadalajara, de la cual nuestra Hermandad y su cuadrilla de costaleros tuvo mucha responsabilidad, se vuelve a crear de nuevo la cuadrilla de costaleros, bajo las órdenes de su capataz D. Antonio Ramos Nicolás, con la misma ilusión y el mismo espíritu de aquel lejano Viernes Santo del 1988 para procesionar con nuestro Cristo del Amor y de La Paz como Él se merece, que es ser llevado a hombros por sus costaleros.
 
Desde entonces, cada mañana de Viernes Santo cuando suena el llamador a la voz de «A ESTA ES», 29 jóvenes valientes empiezan su Estación de Penitencia a los pies del Santísimo Cristo del Amor y de la Paz.
¡A la gloria costaleros, a la gloria!
que va la Gloria muriendo,
meced esa canastilla
con mucho mimo y esmero,
porque estáis llamando a las puertas
las mismas puertas del Cielo.
 
Rachear de zapatillas
crujir de trabajaderas,
una salida valiente,
una levantá sincera.
Al Cielo con Él valientes,

el capataz ya lo ordena.

Que retumben los tambores,
que lloren esas cornetas,
que Cristo ya está muriendo
yo lo ofrezco lo que tenga:
una «chicotá» de arte
al compás de una saeta.
 
Despacito costalero, despacito,
a sus pies en oración y penitencia.
 
Autor: D. Antonio Ramos Nicolás

La canción «Padre vuelvo a ti» del grupo de música cristiana Kairoi se ha convertido en el «Himno» de nuestra cuadrilla de costaleros.

Querido Padre, cansado vuelvo a Ti,
haz que conozca el don de tu amistad,
vivir por siempre el gozo del perdón,
y en tu presencia, tu fiesta celebrar.

Pongo en tus manos mis culpas, Oh Señor,
estoy seguro de que eres siempre fiel,
dame la fuerza para poder andar,
buscando en todo hacer tu voluntad.

Estribillo

Padre, yo busco tu amor,
Padre vuelvo a ti;
mira que tu hijo soy,
Padre, vuelvo a ti. (bis)

Lo reconozco, a veces olvidé
que eres mi Padre y que a mi lado estás,
que soy tu hijo y me aceptas como soy,
sólo me pides: «vive en sinceridad».

Quiero sentirte cercano a mí, Señor,
oír tu voz, que me habla al corazón,
sentirme libre desde tu libertad,
ser signo vivo de la fraternidad.

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